Nuestra reseña semanal de los sábados se centra en el regreso de Yo La Tengo. Los de Hoboken han firmado un regreso pausado pero firme, a la altura de las expectativas creadas. Y es que Fade, que arranca y concluye con dos temas que se van más allá de los seis minutos, regala 10 canciones para disfrutar, serenos, de la exquisita madurez de un grupo grande. Por ART VANDELAY
- Tal y como informamos a principios de mes, Fade salió a la venta el pasado 15 de Enero. Lo hizo con el single Ohm como punta de lanza del trabajo con el que nos reencontramos con los Yo La Tengo más cálidos
- Los de Hoboken firman así un retorno esperado que les traerá de visita a España el próximo mes de Marzo. El álbum era además uno de los más esperados de este inicio de curso
[youtube id=»BauiMlA0VVo» width=»600″ height=»350″]
La portada de Fade, el nuevo disco de Yo La Tengo, el álbum con el que la banda de Ira Kaplan vuelve a la actividad, desprende cierto halo de nostalgia contenida. Un halo acorde con la calidez que acompaña al disco desde su primer tema. y que resume acaso el estado de ánimo de la formación. Conscientes de que su legado ya está en parte construido, el trío de Hoboken disfruta hoy de una serena madurez, edificada por dos décadas largas, casi tres, de carrera musical. Eliminada la necesidad de tener que trascender a cada obra publicada, Fade para disfrutar con intensidad meridiana, una sucesión de temas notables y meditados y un resultado global tan preciso como preciosista.
Hace apenas unas semanas hablamos ya de lo nuevo de Yo La Tengo. Lo hicimos en nuestra sección El Vídeo de la Semana, y la ocasión nos permitía hablar del primer clip con el que firmaban su regreso -perteneciente al single Ohm-, consumado el 15 de este mes de Enero. Fade sucede así a Popular Things, y ya en el vídeo nos situaba en el estado vital preciso para el disfrute del álbum.
Fade arranca sereno con Ohm y se queda en ese estado vital, arropándonos con temas que rehuyen de grandes sobresaltos para hilvanar un trabajo afable, envolvente, adictivo en sus mejores temas -el último es una joya, aunque sería injusto destacar sólo una parte, dada la regularidad con la que fija su mensaje, disfrutable de principio a fin incluso en sus tiempos muertos.
Editado por Matador y Popstock, el disco servirá de excusa para volver a disfrutar de su directo el próximo mes de Marzo, cuando su gira de presentación les traiga de nuevo a nuestro país. Sabedores que sus casi treinta años de trayectoria musical suponen poco más que un cheque en blanco para trazar la hoja de ruta que deseen, da la sensación de que el proyecto liderado por Kaplan ha afrontado su regreso como un ejercicio de absoluto disfrute, generando momentos brillantemente cálidos -ahí está la excelente Is that enough, contrapunto óptimo al tema inicial para acabar de situarnos en el estado de ánimo ideal, la quietud, esas cosas-, alternados con otros más introspectivos, como Well you better, un ejercicio casi intimista con el que Kaplan nos mece, susurros mediante, con pasmosa facilidad.
El disco cuenta con la producción de John McEntire, y no podemos decir que no se note. McEntire, miembro de Tortoise, sabe explotar bien los recursos ofrecidos por Kaplan y los suyos, algo que se percibe bien en el impás del citado tema enlazado con Paddle forward, instantes ambos en los que se logra dotarle al conjunto de una marcada personalidad con algún deje musical hacia décadas pasadas.
Justo en el intermedio del álbum, llega el algo especial que todo gran disco merece disfrutar. Stupid things se beneficia del clímax ya creado, logrando un bello ejercicio musical en el que la sonoridad del álbum se beneficia a partes iguales de la instrumentalización y de un Kaplan susurrante y cercano, a la altura de las expectativas generadas.
El tema cierra la primera mitad del disco y lo deja ya en un punto muy alto, con el mérito añadido de no alzar nunca la voz, como si estirase un invierno que sabe a primavera. Paseos en el parque, esas cosas. En los temas finales se mantiene la dinámica: I’ll be around parte de una introducción instrumental tan minimalista como arrebatadora, manteniéndose el encanto con Cornelia & Jane. Two trains y The point of it nos llegan en el rush final, antes de la definitiva Before we run, seis minutos de cierre excelentes, seguramente los mejores del álbum.
Por buscarle algún reproche al álbum habría que apuntar, tal vez, que por momentos se abusan de los tiempos medios, aunque habrá quien rebata que tal apuesta no es necesariamente mala, e instantes como los sentidos y vividos en Before we run liberan la nueva propuesta de Yo La Tengo de toda carga o crítica.
Disfruta de Fade en Spotify: