La compositora escocesa volvía esta semana con su segundo trabajo electrónico via Moshi Moshi. Lo nuevo, Jet Black Raider EP, salió a la luz el pasado lunes y bebe inevitablemente de su experiencia como compositora de orquestra, una experiencia que aporta a su propuesta electrónica delicadeza y emoción, pero sobretodo una personalidad única. Por NORMA SOLANO.

    • Tras haber interpretado en directo los temas de su anterior EP junto a nombres como James Blake o These New Puritans, la compositora se vuelve a lanzar a la calle con su nuevo trabajo.
    • Jet Black Raider EP se edita, igual que el anterior disco, con el sello Moshi Moshi.

Anna Meredith es un nombre que suena desde hace tiempo en el Reino Unido debido a sus composiciones acústicas para orquestra, mayoritariamente debidas a su residencia como compositora en la BBC Scottish Symphony Orchestra, además de otros trabajos esporádicos y de su implicación como mentora y crítica en programas especializados de la cadena británica.

El pasado año, sin embargo, Meredith iniciaba una aventura en el campod e la electrónica. Bajo su nombre se publicaba, en octubre de 2012, un primer EP titulado Black Prince Fury, formado por cuatro temas de electrónics downtempo y llenos de paisajes claramente influenciados por su bagaje en clásica, pero que tuvo una muy buena acogida por la gran personalidad de la propuesta.

Además, la compositora se lanzó también a la carretera, ya que tuvo la oportunidad de probar las canciones en directos con James Blake, These New Puritans o Mira Calix.

El pasado lunes se publicaba el segundo trabajo electrónico de la artista. Se trata de un segundo EP, titulado Jet Black Raider, que se presentaba con el primer single Orlok, acompañado por un espectacular videoclip, muy acorde con los paisajes delicados y oscuros de la canción:

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Más tarde de publicó también Bubble Gun, el segundo de los 4 temas que forman este trabajo en el que la artista consolida su apuesta por la electrónica. La prueba material del talento y el carácter polifacético de Meredith, que ha visto con una semana de diferencia a la National Youth Orchestra interpretar una de sus composiciones o una crónica de su disco llena de halagos en Pitchfork.