Aucell Cantaire es el proyecto musical en solitario del cantautor mallorquín Toni Verd, una aventura surgida después de su paso por otros proyectos como Los Crudos, apostando ahora por una vía enfocada al folk. Enrolado ahora en la familia Bubota Discos, sello que prosigue su apuesta con grupos baleares de diferentes estilos, Verd estará este fin de semana en Barcelona presentando su disco de debut bajo dicho nombre en el Primavera Club.

Su primer disco en solitario no es de hecho su única aportación musical este curso, ya que hace apenas unos días nuestro protagonista presentaba el libro de poemes “Recull de cançons de l’Aucell Cantaire”, integrado por 80 páginas y 14 canciones-poemas. La segunda de sus aportaciones ha llegado en formato de autoedición y se acompaña de una interesante colaboración llevada a cabo junto al pintor Pedro Oliver, encargado de poner imágenes a las palabras de Verd a través de sus pinturas. Ambos presentaron su colaboración el pasado 13 de octubre en el Novo Café Lisboa de Palma, si bien Verd retoma este fin de semana la presentación de su disco de debut como Aucell Cantaire en la edición otoñal del Primavera Club. Lo aprovechamos para hablar con él, gracias a las gestiones de los buenos amigos de Bubota Discos.

Texto: R. IZQUIERDO | Fotografía: AUCELL CANTAIRE

Desde Primavera Sound describen el disco como “un remanso de folk a la antigua usanza”, citando entre las referencias a nombres como Ovidi Montllor o Pau Riba. ¿Qué orígenes tiene el proyecto?
En los orígenes del proyecto lo que buscaba eran canciones, imágenes, ambientes musicales o poéticos, y más que buscar un sonido atemporal, me motivaba disponer de la sonoridad de instrumentos no modernos, acústicos. Por la sencillez a la hora de compartir la música y también por el ejercicio de buscar en los recursos puramente instrumentales y de composición. Poco a poco fue surgiendo un sonido, pero por lo general se trata de un proyecto dónde el “mensaje” está en las letras y melodías, en una manera de fluir con el proyecto musical, con las personas, y eso incluye los arreglos, que no están fijados si no que dependen de los músicos, del momento o de las circunstancias.

¿Tuviste alguna referencia concreta? ¿Buscabas un sonido atemporal?
No había influencias en el sentido de modelos, sino más bien la vida misma. Los recuerdos (musicales también, obviamente) y una mirada al entorno desde la responsabilidad (reconocernos educadores) y desde el deseo de vivir artísticamente y transmitir ese estilo de vida. El resultado luego es lo que es, ya que está fuera de nuestro control: tiene su propia vida.

El disco está manteniendo por ahora un interesante recorrido. ¿Esperabas alguna respuesta en concreto aludiendo a fuentes de tanto calado como las del folk más o menos tradicional?
En 2015 entré en el estudio de grabación con la ambición de grabar un disco que fuera publicado. Había estado sacando maquetas, había estado tocando por las islas y por Lleida, e incluso ya había conseguido recuperar algo que pude reinvertir. Aposté por la mejor opción que tenía en aquel momento sabiendo que estaba tocando a las puertas de un castillo más grande que mi casa, que tenía mucho que aprender, cosa que a mí me motiva. Por eso no me puede sorprender ahora que vayamos encontrando un lugar, algo que estaba dentro de los pronósticos, pero tampoco me voy a creer que lo que está ocurriendo es algo tan importante o excepcional, es simplemente la posibilidad de seguir trabajando y creciendo. Como decía, el proyecto, las canciones, el disco, tienen su propia vida y son como personas, también en el sentido que nunca sabes lo que va a ocurrir ni porqué ha surgido algo, es el azar, o el destino, o el karma, no sé.

Los dos trabajos son perfectamente complementarios aunque pueden existir uno sin el otro, en el sentido que vienen del mismo lugar: son fotos diferentes de una misma realidad

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A principios de curso llegaba la primera referencia del proyecto, que completas ahora con la publicación del libro de poemas “Recull de cançons de l’Aucell Cantaire”. ¿Son dos obras complementarias? ¿Hay algún hilo conductor que una las dos obras?
Los dos trabajos son perfectamente complementarios aunque pueden existir uno sin el otro, en el sentido que vienen del mismo lugar. Son fotos diferentes de una misma realidad. Para mí el libro está más cerca de la idea abstracta, como una partitura abierta, y el disco es un momento concreto de esa idea, algo que tiene más que ver con el momento, lugar y personas involucradas. Además en el libro aparecen seis canciones que no están en el disco, con lo cual ya te puedes imaginar que está quedando algo por completar.

La nueva referencia incluye de hecho, creo, catorce canciones-poemas, trabajadas en colaboración con Pedro Oliver. ¿Cómo fue el proceso de realización? ¿Trabajaste las canciones de un modo diferentes a tu repertorio habitual?
El proceso tuvo varias etapas. Primero la creación de las canciones. Su consolidación con pequeñas correcciones. Luego están las grabaciones, maquetas primero, disco después. En algún momento surge la idea de ofrecer frases escritas a mano en los conciertos. Así vi que las letras de las canciones se podían recomponer en frases, versos, estrofas, distintos de su formato original. Durante un año voy buscando esa forma para la colección. Durante ese proceso compartí mis ideas con Pedro, le pedí consejo, y poco a poco se fue metiendo hasta el punto de crear un libro que como objeto me parece muy potente.

Desde Bubota apuntan que el resultado enlaza tradición e innovación, dos terrenos en los que, seguimos con las notas, los dos os mostráis muy cómodos. ¿Qué planteamiento de base hubo para preparar la obra? ¿Cambió mucho respecto al resultado final?
El planteamiento inicial era que fuera un libro de poesía, y que para seguir fiel a los planteamientos de las canciones, fuera accesible, cercano, natural. Enmarcado en la tradición y a la vez innovador para mí significa que te ubicas en un contexto cultural, en este caso el de la poesía europea y mediterránea, que se dice pronto pero es un contexto muy amplio, y que en un momento, difícil de determinar, sientes que has encontrado tu lugar propio, tu voz, y entonces ya estas innovando, y sientes que sigues en la línea o que dialogas con esa tradición y a la vez con tus contemporáneos. También creo que Pedro en su trabajo siempre innova, a la vez que lo que hace respeta o parte de la tradición. Siempre encuentra algo nuevo, siempre me sorprende, y siempre con una forma muy cuidada, al detalle. A lo que me refiero es algo que se puede sentir mejor que explicar. Hay que sumergirse en las obras. Ya sean discos, libros, fotos, cuadros… Por otro lado, en un principio quería que fuera un libro mucho más rústico, hecho a mano y con un resultado descaradamente artesanal, pero la cosa fue dirigiéndose hacia un libro con un aspecto más “formal” (de librería), tradicional, y creo que eso fue un acierto. Creo que ahora me toca mostrar este respeto por las formas.

La presentación oficial de este lanzamiento fue en el Novo Café Lisboa de Palma. ¿Difiere mucho del formato habitual?
Totalmente. Ahora se trata de algo claramente experimental, con colaboraciones probablemente irrepetibles, donde todos los implicados aceptamos la espontaneidad como requisito. Empieza una búsqueda expresiva. Tal vez de aquí salga algo que nos indique un nuevo camino a seguir.

Este mes hay varias presentaciones de interés: pasáis por el Monkey Week o el Primavera Club, ya este fin de semana. ¿En qué set estás trabajando ahora mismo?
Ahora estamos adaptando el repertorio a un nuevo formato. Provisionalmente hemos prescindido del violín, como ya habíamos prescindido del violoncelo, y hemos cambiado el planteamiento de las guitarras. Estos próximos conciertos los haremos con dos guitarras eléctricas, más la semibatería habitual. Desde mi punto de vista no es un cambio tan sustancial, sino un reconocimiento de que el mensaje son las canciones. La forma final que adoptan es circunstancial y a veces puede ser más o menos acertada y gustar o disgustar a alguien, aunque en lo que llevamos recorrido hemos comprobado que esto (los gustos del oyente) es algo imprevisible y por tanto imposible de “anticipar”. Lo hacemos siempre lo mejor que podemos.

Este 2016 has participado en más proyectos, ya sea en Els Brots o en Alens, junto a Elisabetta Monacelli. ¿Te resulta complicado compaginar todos los proyectos?
No me resulta más complicado que a cualquier persona ir a trabajar, tener una familia y mantener a la vez una afición o practicar un deporte con seriedad. Lo que si ocurre es que hay dedicarse por bloques o por impulsos. A veces hay que dejar un tiempo un proyecto reposar y luego retomarlo. Por ahora además son planteamiento distintos que no se pisan, sino que se alimentan, por ejemplo “els Brots” fue un proyecto de producción en home-studio, “Alens” fue más un proyecto para directos con mucha improvisación pero ahora estamos preparando grabar el material y muy posiblemente producir un disco de Elisabetta). Son proyectos en diferentes fases de producción y con diferentes enfoques. Son como tus libros de cabecera: los tienes, los conoces, los has leído y en cualquier momento los retomas y los consultas o los relees.

Cada vez más, supongo que en parte gracias al trabajo que se realiza desde sellos como Bubota, hay proyectos baleares dando el salto a la península, girando por aquí y actuando en festivales. Teniendo un circuito más cerrado en las islas, ¿qué situación ves en el directo local?
La calidad a nivel local, además de ser una exigencia de los tiempos, no significa lo mismo que tener trabajo y proyección, incluso puede ser un hándicap, algo estresante o que te impide encontrar salida, que te puede dejar “desclasado”. El tema de la apertura o agilidad de los circuitos, entender cómo funciona esto, si es que se puede entender, es para mí la parte más difícil, el punto delicado de todo este asunto de la música, donde se puede llegar a cuestionar todo. Hay un choque entre un modelo antiguo y algo nuevo que está fuera de nuestra capacidad de comprensión. Hay una saturación de la oferta y no cabe todo en el escaparate. No es fácil. O tienes suerte, o vas adquiriendo conciencia de la situación para encontrar tu lugar, sea el que sea, tal vez fuera, y si tienes suerte y encuentras tu lugar, has encontrado un buen trabajo, o encuentras las paz. El caso es que lo que hacen los que están dentro y alrededor de Bubota, está siendo crucial para poder avanzar con este proyecto musical y seguir aprendiendo. Tiene mucho mérito lo que hacen.

Escucha el debut de Aucell Cantaire en Bandcamp: