Esta formación malagueña trata dramas cotidianos con descaro e incorrección. Nunca lo diríamos a primera vista, cuando los vemos perfectamente peinados y con un corbatín anudado al cuello, pero ellos no engañan: Se definen como una banda cretina. En menos de un año han publicado dos E.P.’s. El segundo, Culos Rusos en Venice Beach, este mismo mes de abril. Por NORMA SOLANO.

  • El cuarteto crea temas explosivos de garage punk. La guinda son sus letras divertidas e incorrectas.
  • Su demo tuvo una gran acogida y desde diciembre han pisado escenarios dentro y fuera de Andalucía.

Patada Voladora se gestó durante 2012. El punto de partida: un grupo de amigos alcohólicos. Y según describe la propia banda, cristalizó en verano, cuando “cuatro cretinos sin escrúpulos ni vergüenza deciden unir sus fuerzas para dar rienda suelta a sus más bajos instintos musicales”.

Estos instintos musicales eran consecuencia de su anterior participación en una amplia lista de bandas como Puño Americano, The Alphajets, Notes to myself, Hola Asesina, Virgen Musical o Alex Kidd.

Ellos son Mario, Luen, Pablo y Perico, y en septiembre empezaron a trabajar en los locales de ensayo malagueños Castle Rock. En diciembre, su primer trabajo ya estaba listo. Demo incluye cuatro temas de garage punk explosivos y urgentes, con letras divertidas y ácidas.

Solo unos meses después llegó su Segundo trabajo. Tras grabarlo durante el pasado mes de marzo también en Castle Rock, se publicó el pasado 8 de abril. Con un título que no pasa desapercibido, Culos Rusos en Venice Beach, este segundo trabajo sigue en la misma línea que el anterior, aunque cuenta con algunos elementos que aportan algo más de sofisticación, como la locución inicial en el tema que lo abre, Psiquiátrico:

Culos Rusos en Venice Beach fue masterizado  por Juanlu Gutiérrez y contó con  la colaboración de los miembros de la también banda malagueña Airbag.

Desde la publicación de su demo, Patada Voladora no han dejado de pisar escenarios, y parece que es lo que piensan seguir haciendo. Si algo tienen claro estos cuatro amigos es que lo suyo es nadar contracorriente y tocar las pelotas. Están aquí para quedarse y darte una patada en el culo. Una Patada Voladora.