A veces basta con hacer las cosas bien. Es el caso de Boira Discos, uno de los sellos más fascinantes del circuito catalán, con un puñado de buenas referencias a sus espaldas y la cálida sensación de haberse sabido granjear un camino sin traicionar los preceptos que impulsaron su camino al poco de nacer. Con bandas integradas por algunos de sus miembros fundadores e incorporaciones de peso como Shoeg o F/E/A, Boira Discos se ha erigido en un colectivo que trabaja sobre todo para sí mismo, rigiéndose por un criterio personal de impronta que les ha dejado como regalo inesperado el de ser dueños de su propio destino. Entrevista publicada en Shook Down UNDERZINE vol. 5, previa a la salida de referencias como Anur o KLS.

ENTREVISTA: R. IZQUIERDO | FOTOGRAFÍA DE PORTADA: Purkinje, showcase de L’Ermita

Entrevista en su formato original:

 

Boira DiscosYa hace un tiempo que seguimos vuestras referencias discográficas. ¿Qué tal si nos recordáis los orígenes del sello?
Estábamos ultimando el segundo disco de Purkinje, La Malaltia, y durante el proceso nos dimos cuenta de que las canciones tenían un valor por sí solas, independientemente de quien las escuchara. Pudimos apreciar de forma muy intensa el viaje y su existencia, así que nos vomitamos encima y nos empapamos los unos con los otros con aquel precioso vómito. Fue revelador, emocionante y gratificante, y aquello cambió muchas cosas, entre ellas la de esperar a que alguien nos llamara para hacer algo. Decidimos hacer las cosas con el máximo respeto por nosotros mismos.

Un punto de partida revelador…
Le comentamos nuestras ideas al amigo Andreu Garcia de Ensemble Topogràfic y él se las comentó a su compañero de banda, Carlos Martorell. Ellos estaban en una espiral similar, aunque en el caso de Carlos con las ideas mucho más claras que el resto. Hubo charlas, empezamos a conocernos más y, con cierta fe ciega pero de manera muy divertida, y apasionante, nos metimos en ello. Creo que fue cuando estrenamos La Malaltia en This Is Underground que nos dimos cuenta de que realmente teníamos un sello entre manos y la aventura ya estaba en marcha.

Estáis a medio camino entre Barcelona y las Terres de l’Ebre. ¿Cómo os conocisteis?
Frede, Rafel y Andreu nos conocemos desde pequeños, cuando coincidimos en la escuela de música de Amposta, La Unió Filharmònica. A Yves le conocimos años más tarde al coincidir cada dos por tres en conciertos por la comarca con los grupos que teníamos entonces por separado.

¿Marcasteis algunas directrices de entrada?
La única directriz marcada fue la de publicar solo trabajos que nos fliparan a los cuatro y ser fieles a nosotros mismos y a nuestro amor por la música, que es lo único que conocemos a fondo de todo lo que conlleva eso de tener un sello.

En Facebook os definís con esta frase: “valorem l’experiment, el risc i el joc”. Además de declaración de principios sirve para conocer los propósitos en los que se mueve el sello a nivel editorial. ¿Cómo decidís las incorporaciones al sello?
Un poco por lo que te comentábamos: nos tienen que flipar a todos. Nos gusta muchísima música y siempre hablamos sobre ello. Si nos flipa algo y podemos hacerlo, lo editamos. Evidentemente nos tiene que resultar algo fresco y sincero, si no ¿para qué ponerse? Creo que el mundo está cansado de los mismos discursos una y otra vez, y al mundo de la música también le pasa. O bueno igual el mundo no, pero nosotros sí.

En las primeras referencias, no sé si en todas, hay una vinculación personal y de amistad. ¿Es algo buscado?
El vínculo personal y de amistad se crea en todas las ediciones. Las tres primeras fueron de miembros del sello, lo que fue bastante divertido. Shoeg (Carlos Martorell) por aquel entonces todavía estaba en el sello, así que Panorama también cuenta en esa relación. La Malaltia de Purkinje fue la primera y todos le tenemos un cariño especial. Ya sea porque tres miembros de Purkinje estamos en Boira Discos, o quizás también porque como no sabíamos cómo hacer las cosas pensamos que, puestos a equivocarse, mejor hacerlo con un disco nuestro que con el de alguien que deposite su confianza en nosotros. Con Sud Ego fue más o menos igual. Yo le metía caña a los colegas para que escucharan el trabajo en solitario de Andreu y todos me decían que el tío estaba demasiado loco, que aquello no se podía escuchar. Después conseguí engañarles para ir a algún concierto de Ubaldo y la reacción fue la misma en todos: “Joder que bueno es el amigo Andreu”. Se volvieron a escuchar su disco y quedaron atrapados en su red. Entonces supe que estábamos haciendo algunas cosas bien…

La evolución de los grupos va en paralelo a la del sello, lo que profundiza la relación sello-grupo. Imagino que un punto importante en vuestra cronología fue el showcase de Barcelona. ¿Cómo recordáis aquella movida?
Teníamos muchas ganas e ilusión, y Sergi Egea nos ayudó mucho con todo. Para nosotros era como surrealista hacer un showcase y más en un sitio como el Heliogàbal. Pero lo hicimos, salió espectacularmente bien y el bar estaba hasta arriba. Fue un día muy bonito donde sentimos que nuestra locura se había materializado. Además tuvimos una mezcla muy particular de gente y en el aire se respiraba una energía fascinante. Recordamos aquel día con mucho cariño.

Os definís como apasionados de la música y del arte sonoro. En algunas apuestas pienso en el experimento de FEA en el CCCB o en Ensemble hay una voluntad artística vinculada a la creación musical. ¿Hasta qué punto es importante eso para vosotros?
Volvemos un poco a la primera pregunta. El hecho de sacar algo de ti y plasmarlo en forma de canción, ruido, movimiento o lo que sea, nos resulta fascinante. El habilitar esta comunicación es gratificante, pues sabes que estás echando algo directamente a la cara de quien sea que lo escuche o lo presencie. Es una manera de provocar.

¿Y qué reacción pensáis que genera?
Evidentemente cada uno va a ver las cosas a su manera. En el [Cambra Obscura] de F/E/A del CCCB nos contaron que una chica del público le hizo una paja a un tío. Yo estuve haciendo un viaje más intenso que con setas alucinógenas, pero en el fondo da igual lo que yo o la chica hiciésemos mientras el espectáculo estaba en marcha. Lo importante de verdad es el hecho de que los cabrones de F/E/A lograron transmitir algo intenso y real, causando en el público algún tipo de respuesta. El arte está en todas partes, nos rodea. ¿Puede haber arte en un basurero limpiando las calles llenas de meados de Barcelona?. Yo quiero pensar que sí, y que no hace falta crear un sello o tener un grupo de música para satisfacer la voluntad artística de uno. Pero sí, para nosotros lo más importante es el poder satisfacer esta necesidad de explicar algo de la manera en que realmente lo vemos.

¿Cómo se logra eso?
A veces el lenguaje y las interacciones comunes entre personas se quedan cortas para esto, o te sitúan fuera de los márgenes de entendimiento mutuo socialmente compartidos, entendidos o aceptados. Entonces te inventas que sabes tocar o que sabes llevar un sello discográfico y cuelas esas paranoias de un modo que la gente ya no se pregunta si estás loco, simplemente escucha una canción y decide si le gusta o no. Pero da igual, tú ya te has quedado a gusto sacando de ti algo y diciéndolo de la mejor manera que has sabido, sin recortes ni adornos, limando ahí tu propia visión sin rebajas para nadie.

La creación musical depende y es afectada por el mensaje que se quiere transmitir, así que si el mensaje lo pide, la combinación con cualquier otra disciplina artística puede llegar incluso a ser no una opción sino algo que, simplemente, se debe hacer

¿Hasta qué punto es importante eso para vosotros?
Es lo único importante, en realidad. La creación musical depende y es afectada por el mensaje que se quiere transmitir, así que si el mensaje lo pide, la combinación con cualquier otra disciplina artística puede llegar incluso a ser no una opción sino algo que, simplemente, se debe hacer. No todo el mundo lo ve así ni tiene que hacerlo, pero así lo sentimos nosotros.

Comencem amb el que tenim i el que podem”. Imagino que los recursos marcarán el ritmo de publicación en físico, por lo que me gustaría preguntaros por la autogestión del sello. ¿Habéis encontrado el equilibrio?
No. Perdemos dinero muy gustosamente pero sabemos que esto no lo podemos mantener así. El primer año ha sido de locos, 11 ediciones por el momento más un festival, eso no nos parece normal ni tampoco pensamos seguir con este ritmo. Pero vamos tan ciegos de todo que no hemos podido decir “no” cuando en nuestras cabezas aparecía una marquesina fluorescente con las palabras que indicaban la siguiente aventura. Boira Discos es nuestra historia de amor y por eso nos vamos a permitir todas las cagadas, aunque hay cagadas que no pueden volver a pasar (no estoy hablando del tema del dinero ahora) y con el aspecto de la gestión vamos a hacer balance y cuentas cuando cumplamos el primer año, tiempo que nos hemos dado de gracia para empezar a hacer las cosas bien. Aquí tenemos curros y sueldos por otras vías, pero no existen ni las vacaciones ni los caprichos que igual existían hace unos años, o simplemente su contenido ahora lleva la etiqueta de “Boira Discos” y nos encanta que sea así. Había que empezar de algún modo, pero vamos a pensar qué podemos hacer al respecto de cara al futuro. Tampoco perdemos cantidades inmensas de dinero y la verdad es que las ediciones físicas se venden muy bien, pero sabemos que hay que encontrar este equilibrio por el que preguntas…

Ensemble Topogràfic tocaron en el Primavera Club. No sé si es la primera gran incursión en un cartel pero imagino que es de las más importantes. ¿Cómo os gusta dar a conocer vuestros trabajos?
Todos los grupos que trabajan con nosotros saben de nuestras limitaciones. Saben que hacemos esto porque nos gusta, sin poder meter todas las horas que hacen falta y que nos gustaría. En ese sentido, los grupos tienen ellos mismos el trabajo de moverse y contactar con cuanta más gente puedan para montar movidas y llevar sus proyectos al público. Evidentemente nosotros también nos encargamos de esto, pero ningún grupo de los que está en Boira Discos espera que le solucionemos la vida en este aspecto. Lo dejamos claro des del principio: aquí hacemos lo que podemos, a ratos incluso menos de lo que podemos, a ratos incluso más. El último disco de Shoeg lo lanzamos a las putas 22:37 de la noche. Somos bastante un desastre y sabemos de la necesidad de sentarnos a hablar y establecer ciertos patrones para que todo sea mejor en este sentido. Ya que no vamos a vivir de esto, ya que no podemos despertarnos y sentarnos en nuestra oficina y currar de lo que nos gustaría, vamos a intentar que sea lo más parecido a esto sin volvernos locos.

¿Cuál crees que es la mejor manera de dar a conocer un proyecto musical?
Para mí la mejor manera de dar a conocer un proyecto es el directo, así que donde más queremos centrarnos es en potenciar la agenda de conciertos de nuestras bandas, que toquen en sitios nuevos, con gente nueva, que desplieguen sus discursos en sitios todavía inexplorados.

Con Shoeg nos transmitimos desde el primer momento ese “querer hacerlo bien aunque no tenemos ni puta idea de cómo hacerlo”, y hubo un afecto y cariño conreados con palabras y explicaciones

En Ensemble colabora Carlos, muy activo últimamente con Shoeg. ¿Qué relación tenéis con Carlos?
A Carlos le conocíamos por ser miembro de Ensemble Topogràfic, banda de nuestro amigo Andreu. Nunca se lo dijimos, pero el hecho de tenerle entre nosotros organizando esta movida era un aliciente inusual en nuestras vidas. Nos transmitimos desde el primer momento ese “querer hacerlo bien aunque no tenemos ni puta idea de cómo hacerlo”, y hubo un afecto y cariño conreados con palabras y explicaciones. Todo lo queríamos dejar muy claro porque en aquel momento íbamos a hacer juntos algo muy importante para todos pero no nos conocíamos.

Por lo que dices fue una relación forjada de manera muy natural.
Lo fue. Al final cayeron inevitablemente las noches de borrachera y las birras y charlas acerca de todo. Ahora Carlos es un amigo de verdad, y no hay regalo mejor que las personas que aparecen en la vida de uno gracias a hacer algo donde se pone el máximo de ilusión, empeño y cariño. Aunque oficialmente no está dentro de Boira Discos, sigue ayudándonos muchísimo con todo, y de algún modo es como si viviese dentro de la cueva con nosotros.

¿Cómo definirías su proyecto?
Shoeg es un artista especial y su música me transmite perfectamente lo que es Boira Discos, al menos para mí. Es difícil de escuchar según el momento, pero cuando entras ya estás cazado. Eso le convierte en un artista de verdad, de los que están allí arriba y juegan a su antojo. Yo veo a Shoeg actuando en cualquier escenario del mundo. En cierta manera es algo que veo con todos los artistas que están en Boira, pero con él lo veo mucho más. Puede colarse en una fiesta familiar y también en una rave de yonkis en algún descampado. O también en el Sónar o el PS. Y no lo digo por decir: de verdad que lo veo cómodo en cualquiera de esos escenarios.

Con Ensemble supongo que ha pasado algo parecido.
Ensemble Topogràfic es un proyecto fascinante, de alguna manera innovador y el que más aceptación ha tenido de todos los que llevamos hasta ahora. Sus cartas se muestran sin trampa y la combinación que forma su entidad es fascinante; todo el mundo puede flipar en un concierto de Ensemble Topogràfic, y cuando digo todo el mundo me refiero no solo a todo aquel entusiasta de la música, sino también a aquella persona que nunca ha tenido una experiencia gratificante presenciando un concierto. Su inclusión en el Primavera Club fue una alegría inmensa. La creciente aceptación del grupo entre la crítica no la vemos de ninguna manera; nosotros y todo aquel que les haya visto en directo o escuchado su disco ya sabe de qué va su historia, ya nos han flipado a nosotros, así que el hecho de que les guste a los críticos no es nada raro, aunque tampoco era algo esperado por nuestra parte.

¿Estáis muy al tanto de las críticas?
Bueno, tenemos un sello discográfico, pero no estamos muy al día de lo que gusta o lo que no gusta a “los críticos”. Para críticos ya estamos nosotros y suficiente trabajo nos da. De hecho muchas cosas que gustan o de las que se habla en la prensa nos disgustan, así que preferimos estar metidos dentro de nuestras perolas, aun a riesgo de descubrir tarde cosas que seguro que nos flipan o de estancarnos incluso creyendo que estamos haciendo todo lo contrario. En realidad somos cuatro, e igual no todos tenemos esta actitud tan “pa fuera”, pero nadie de los que estamos en Boira somos unas locas del “¡está pasando!”.

Una de las últimas incorporaciones fue Anacardos Lata, ¿no?
Hablar de Anacardos Lata implica hablar de KLS y de la escena de Benicarló. Ellos abrieron una brecha en mi mente de forma natural con el Plug In The Gear. Año a año (desde el 2002 exactamente) traen a bandas geniales del panorama underground peninsular, europeo y de vez en cuando internacional, para meterlas en uno de los mejores antros que te puedas imaginar: un sitio pequeño, donde el público está codo con codo con el músico, donde no hay limitadores de volumen y donde sobre todo hay amor incondicional hacia la música. Con un contexto así solo pueden salir cosas buenas, unos The Happiness Project (ya extintos), KLS, Zé o Anacardos Lata.

¿Qué nos podéis contar de ellos?
Podríamos presentarles como un dúo dinámico que te arrolla sin pensárselo dos veces con sus riffs noventeros y sus baterías rotas. Su música, al igual que su carácter, es luminoso y con esa chispa que tiene la familia de “Bló” que tanto nos gusta. Diría que son como el torraet de la paella, ese arroz que se queda medio tostado en el fondo y pocos pueden catar. ¡Esperamos que los podáis ver en breve por Barcelona y por más sitios!

Los F/E/A contactaron por mail, diciendo que les había encantado nuestra primera referencia, y nos explicaron que ellos también estaban a punto de lanzar su segundo disco, Pastor. Lo escuchamos y nos quedamos flipando. Se nos cayeron los cojones al suelo

Otra de las incorporaciones del último año fue F/E/A, quizá un caso particular dentro del sello al estar radicados en las Baleares.
Lo de F/E/A es simplemente brutal. Contactaron por mail, diciendo que les había encantado nuestra primera referencia, y nos explicaron que ellos también estaban a punto de lanzar su segundo disco, Pastor. Lo escuchamos y nos quedamos flipando, aquello era arrollador, desmesuradamente contundente y justo en la línea, al menos en cuanto a sensaciones se refiere, de lo que veníamos experimentando e investigando como oyentes en los últimos meses. Se nos cayeron los cojones al suelo y nos flipó de inmediato, así que decidimos trabajar con ellos. De ahí pasamos a lo que hay ahora, una relación especial que es de lo mejor que nos ha pasado desde que iniciamos la movida de Boira. Ya intuíamos que estos tíos estaban tan mal de la cabeza como nosotros, pero con el Pedra Negra Tour (3 conciertos que dieron F/E/A y Purkinje en Barcelona, Tarragona y Vic) la cosa quedó más que clara. Fueron tres días de risas constantes y de bromas sin límite. Apenas dormimos y como colofón final los chicos de F/E/A tuvieron que dormir en un cajero de La Caixa mientras nosotros íbamos hasta el culo rondando por las calles de Vic sin poder dormir. Lo mejor de todo es que apenas nos conocíamos y todas las barreras quedaron más que superadas de inmediato, como unos primos hermanos isleños que no sabíamos que teníamos. Más allá de esto, F/E/A como grupo es de lo mejor que hemos visto últimamente. Su directo es letal, impecable, contundente y orgánico como pocos. Tenemos mucha suerte de conocerlos y poder trabajar con ellos. Además, todos sus miembros tienen otros proyectos e historias fascinantes dentro del mundo de la música y también fuera, así que acabar con ellos ha sido una puta suerte, la verdad.

El hecho de que tanto algunos de vosotros vengáis del Ebre como también lo hagan algunos grupos podría convertiros en uno de los sellos referenciales de la zona. ¿Trabajáis con esa intención?
En absoluto, al menos no conscientemente. Estamos enamorados del Delta de l’Ebre pero a nivel musical siempre, hasta ahora, nos hemos topado con grandes muros. Muros de apariencia e inacción, ayuntamientos rígidos, amos de bar cansados y con una ilusión marchitada por noches vacías sin público y nada a lo que agarrarse cuando eso sucedía, otros amos de bar que quieren que vengan héroes del rock para que venga gente a bailar o saltar y gritar y hacer lo que sea menos prestar atención a lo que suena. Todo eso está de puta madre si es lo que uno quiere realmente pero no tiene nada que ver con lo que nosotros queremos. Nos cansamos de todo esto, de la falta de realidad detrás de un panorama inexistente convertido en mero instrumento para conseguir no sé qué otra puta cosa. En algún momento nos cansamos increíblemente de todo esto, sí. Y ahora disfrutamos montando movidas en nuestra casa porque simplemente nos quitamos esta mierda de la cabeza y nos pusimos a hacer las cosas por hacerlas y disfrutarlas nosotros. Si luego la gente se apunta, como pasó en el Formes, pues de puta madre: hay un amor y cariño reales detrás de cada mierda que hacemos y esto es lo que percibe la gente y por esto hasta ahora nos está funcionando bien. No hay otra explicación. Amigos que quizás no hubiesen ni venido a los conciertos, nos escuchaban hablar del tema del festival día tras día en el bar donde vamos, veían que igual en lugar de salir nos quedábamos en casa de Frede currando para tenerlo todo bajo control. Se dieron cuenta de que aquello no era una puta broma y de que queríamos que saliese realmente bien. Se pusieron a la barra maratones de horas, en los tickets, cocinaron, recogieron el material con nosotros, fueron tan Boira Discos como nosotros, y si consigues que tus amigos vean eso, vuelvo a lo de antes, ¿qué más puedes pedir? Así que no pensamos en ser nada para el territorio, pensamos en hacer cosas, hacerlas bien y que las pueda disfrutar todo aquel interesado en algo similar a nosotros. Eso ya es muchísimo trabajo. Si luego resulta que somos referentes en nuestra zona, pues bien, pero no se trata de eso en absoluto.

El verano mágico de Boira Discos: Formes Diverses de Vida 

Al final las cosas que haces se sitúan en tu memoria según las sensaciones que te han dejado. El Formes Diverses de Vida está en la parte más bonita de este entramado. Apareció Tomassi, un francés que viajaba por Europa con su furgoneta, dentro de la cual tenía un estudio y sintetizadores a mansalva. Se quedó todos los días del festi e incluso hasta una semana después. Sacaba el acordeón cuando recogíamos y amenizaba la madrugada a los muertos vivientes, abuelos y currantes. Preparaba comida y nos la traía, insistía con ir a hacer una rave tan pronto lo tuviésemos todo hecho. Al final, por suerte, le convencimos de hacerla el día siguiente porque ya estaríamos descansados. Los padres y las madres desembocaron en el festi con bandejas de comida que habían preparado. Los amigos se volcaron todos sin excepción para que aquello saliera bien. La gente encargada del material de las barras, así como el ayuntamiento, nos ayudaron hasta allí donde pudieron. Los técnicos escuchaban propuestas, preguntaban y se explicaban, se empaparon de lo más importante de todo: los músicos que vinieron a tocar. Todos los grupos tenían la actitud que valoramos, lo dieron todo encima del escenario y flipaban con el sitio donde lo habíamos montado, con el río y el puente como vistas entre las ruinas del antiguo castillo de Amposta. Nosotros llevábamos días sin dormir bien o sin apenas dormir. Sin querer sonar a voz en off de película de Disney, la verdad es que el recuerdo que nos deja el festival es impecable y arrollador. En momentos difíciles será un buen pozo de donde sacar a relucir sensaciones positivas y logros ya cosechados.

Los amigos nos han dicho que si no hacemos una segunda edición ellos nos van a obligar. ¡Claro que habrá segunda edición! Pero no sabemos cómo todavía. El feedback fue buenísimo. Ya solo el hecho de hacer algo así en un sitio como Amposta, emancipa dentro de ti unas risas cabronas que hacen que todo valga la pena. No éramos una multitud de gente, pero suficientes durante las dos jornadas para que siempre estuviera presente un ambiente extrañamente nuevo, familiar y acogedor. Vinieron familias con niños, que correteaban jugando al escondite entre las ruinas del castillo. Gente de los grupos lanzándose al río desde el puente. Abuelas que nos felicitaban por haber hecho algo bonito, aunque entre medio nos preguntaban cuántos días iba a durar aquello. Gatos silvestres, dueños del lugar durante todo el año, que vigilaban toda la movida desde sus escondites. Hasta el alcalde se pasó a tomar un gin tonic. Los amigos vinieron todos y quien más quien menos los dos días enteros. También vino gente de otros pueblos, algunos por conocer y otros, como toda la peña de Benicarló, que nos arroparon con todo su espíritu y empatía. Parece que vayamos de orgasmo en orgasmo y aunque seguramente es así, en realidad hay un curro y unas dificultades tenebrosas detrás de todo; aquí nadie regala nada y todo cuesta muchísimo, pero por suerte aún tenemos ganas de seguir haciendo cosas… Ya veremos hasta cuándo.