Casey Mecija rompe su silencio tras la pausa indefinida de su anterior grupo Ohbijou para firmar un sorprendente disco en solitario

Enero se nos va y nos ha dejado algunos buenos discos, entre los que servidor no quería dejar de destacar la obra magna presentada por Casey Mecija a principios de mes. El disco, a la postre uno de los más completos que servidor ha escuchado en bastante tiempo, se presenta como una experiencia audiovisual en sí misma (se recomienda vivamente disfrutar de su primera escucha a tráves de su página web, en la que ha preparado GIFS personalizados para cada uno de los temas del disco), trabajo que le sirve a Mecija para reaparecer tras darse a conocer en Ohbijou, proyecto en barbecho con el que se hizo un nombre en la escena pop de Canadá, saliendo de su zona de confort para volver al primer plano con Psychic Materials.

Artista con pasado militante en la escena DIY de su Toronto natal, el disco se presenta como una suerte de guía interior para encontrarse con su propia esencia, un trabajo de corte ensoñador que, apunta en las notas promocionales, le ha servido para “saber quien soy”, un doble éxito que premia una carrera marcada por la autogestión –Mecija ha participado activamente en la organización de conciertos de corte underground, ayudando de manera decisiva en potenciar carreras posteriormente consolidadas en la escena local e internacional-, labrándose un nombre al frente de Ohbijou primero y otro en el académico, cursando estudios de Doctorado en la Universidad de Toronto y ejerciendo de presentadora radiofónica en el programa The Doc Project de la CBC.

Para su estreno en solitario vuelve a la filosofía DIY con un disco concebido en solitario con el que vuelca muchas de sus preocupaciones vitales.