Las Ruinas, en una imagen promocional para El Genio Equivocado
Me pasé las Navidades de la peor manera posible: viendo telefilms navideños de Netflix. Tal vez por ello mi inicio de año haya sido un tanto almibarado y a la que veo un pequeño milagro me emociono. Esta semana hay uno: Chain & The Gang estarán este domingo en el Freedonia y además lo harán en compañía de Terminal, que se encargarán de abrir la jornada, y de Las Ruinas, en una de sus primeras apariciones con Latidos Cósmicos (El Genio Equivocado, 2017) bajo el brazo.
En su octavo disco -qué lejana queda ya esta entrevista… ¡de 2012!-, Las Ruinas exhiben su vena más optimista y regalan una nueva tanda de píldoras está vez más pop que heavis, el segundo más pop tras Toni Bravo (El Genio Equivocado, 2014). El grupo avanza así firme hacia esa década prodigiosa apuntada y (re)comentada a cada nueva publicación. Mientras el futuro les alcance , sigamos disfrutando de la dosis ruinera anual, facturada esta vez con una buena colección de canciones grabadas en los estudios Caballo Grande, donde han grabado temas como ‘Viva la resolución’, de marcado aire luminoso o ‘Subcontratas culturales’, reivindicativa y mordaz. Ah, si veis a Edu decidle que sus canciones son… costumbristas. Le haréis feliz.
Las Ruinas estarán este domingo en Freedonia junto a Chain & The Gang y Terminal.
Entrevista: R. IZQUIERDO. | Fotografía: EL GENIO EQUIVOCADO
Latidos Cósmicos es vuestro octavo disco de estudio. ¿Sentís ya el vértigo de los diez?
La verdad es que no. Cada disco es como un nuevo inicio.
Respecto a cuando empezasteis la escena local ha cambiado bastante. Han abierto y cerrado tiendas de discos, hemos perdido salas, se ha cambiando incluso el sonido más popular con la irrupción de la música urbana y algunos grupos, páginas webs y demás agentes culturales lo han ido dejando. Vosotros sin embargo seguís ahí, prestos a cumplir la apuesta de la década. ¿Cómo habéis vivido desde dentro todo este proceso de cambio?
Hemos visto cosas buenas y malas, las buenas: las nuevas bandas que aparecen y de las que te haces fan, y los locales alternativos donde poder juntarse y ver a los grupos. La mala: espacios de la música que se pierden o se vuelven inaccesibles para las bandas pequeñas, y proyectos que murieron por la crisis. Hemos estado siempre participando de la escena, sobre todo como público. No te puedes aislar ni tampoco te puedes encerrar en tu grupo y no saber que pasa en la ciudad. Nosotros seguimos haciendo nuestras cancioncillas y creo que la gente se ha acostumbrado a tener esa presencia constante, de banda loca que sigue sacando disco al año.
Leí en una reseña de la Mondo que en esta ocasión el equilibrio pop – punk queda inclinado del lado de la vertiente más pop. ¿Estáis de acuerdo? ¿Lo consideráis vuestro disco más pop?
Es cierto que este disco se inclina al pop, si lo comparas con el anterior. Pero el mas pop de todos creo que fue «Toni Bravo».
Lo que se mantiene es el componente costumbrista de las canciones, una marca de la casa a lo largo de estos ocho discos. ¿Os consideráis unos observadores de la realidad? ¿Cómo llegáis a las letras? (Me imagino a Edu en plan escriba, observando la realidad y anotando. ¿Se corresponde a la realidad?
Has usado una de las dos palabras prohibidas, «costumbrismo», amonestación para ti. La otra palabra es «irónico»… Pues no, no voy en plan escriba, solo soy alguien como muchos al que le gusta estar informado. Pero la realidad en si no es lo que me inspira. La mayoría de temas vienen de sentimientos personales, de un interior que si que se puede ver afectado por el exterior.
Anoto las palabras prohibidas… No sé si es cosa mía o si estamos ante el disco con más luz de Las Ruinas. ‘Viva La Resolución’ es un canto al optimismo, y rompe en parte con algunos de los pasajes más bucólicos de vuestra trayectoria previa. ¿A qué se debe el cambio?
Si, este es mas luminoso. El año pasado tuve un buen año y eso al final se refleja en lo que haces. También al escribir me di cuenta que siempre era sobre cosas tristes y me cansé un poco, me apetecía escribir cosas positivas y era el momento adecuado.
De cambios va también ‘Cambiar’. Este tema me ha recordado a ‘Secundarios del mundo, uníos’: hay una alusión directa al oyente. ¿Hay, como si fuese el universo cinematográfico de la Marvel, conexiones directas entre vuestras canciones?
La música si que guarda similitud con Secundarios, pero la letra avanza un poco más la historia del personaje, de loser épico a alguien que debe cambiar ya. Lo de Marvel creo que solo pasa con las canciones relacionadas con el mar o con el espacio, que hay varias.
En ‘Lo estoy haciendo bien’ hay un componente casi autoafirmativo. ¿Es para vosotros Las Ruinas una terapia? ¿Qué os ha aportado la banda en estos ocho años de existencia
No va por la banda, sino por una persona que siente que va por el buen camino y reconduce su vida. Las canciones sí que podrían servir como terapia porque es una manera de autoexplorarse y conocerse. Para mí la banda ha significado la oportunidad de vivir ese sueño de rock n roll, tener un grupo con amigos, poder componer, tocar en salas y festivales, salir en revistas y radios. Estoy contento de todo lo que hemos logrado y de que otra gente se lo pase bien con nosotros.
Como no todo es luz y color tenemos también ‘No hay dinero’, un tema que ahonda en los contrastes entre el derroche público y ese “no hay dinero” que recibimos por respuesta la mayoría. No sé si el tema enlaza con ‘Subcontratas culturales’, uno de vuestros temas más reinvidicativos. Los dos temas en cierto modo ayudan a dibujar el estado de las cosas a nivel cultural que debemos afrontar hoy día
Sí, totalmente. Es la injusticia del uso de dinero en cosas que benefician solo a unos pocos, que se siguen haciendo mas ricos mientras que el resto nos hacemos mas pobres. En la crisis no hubo solidaridad de todos, simplemente hubo aprovechamiento y se ha agrandado la brecha. Los trabajadores no han podido recuperar lo que perdieron o nos quitaron a la fuerza. No me explico por ejemplo como es posible que en los últimos años se ha vivido un boom del turismo en la ciudad, que ha beneficiado a las instituciones públicas y a los capitales privados, pero no se ha reflejado en los trabajadores dedicados a este sector. Ha sido todo lo contrario, se les ha reducido los sueldos y los derechos laborales, es totalmente injusto.
Otra canción significativa es ‘Final feliz’, un poco en la línea de ‘Viva la resolución’. ¿Por qué este cierre?
Un final feliz está al final de la película. La canción es sobre alguien que sale del cine después de un final feliz y sueña con que en su vida también puedan pasar cosas así.
Parte de la discografía anterior la grabasteis con Marco. ¿Qué tal fue la grabación en Caballo Grande con Cristian y Ferran?
Muy bien, es el segundo disco que hacemos con ellos y nos hemos sentido muy a gusto. El estudio es muy cómodo, amplio y el sonido que sacan Cristian y Ferran nos gusta bastante. Con Marco fue una buena etapa también, mas ruidosa y desenfrenada.
¿Qué creéis que ha cambiado más en vuestra manera interna de trabajar a lo largo de estos últimos ocho años?
Nos conocemos más y ya sabemos lo que puede funcionar como grupo. Pero la manera de trabajar sigue siendo básicamente la misma. Hago demos en casa, escogemos lo mejor y lo probamos en el local. Y así vamos juntando canciones para un nuevo disco, que llevamos completamente ensayadas al estudio de grabación. No solemos improvisar en el estudio, lo llevamos todo pensado y por eso lo hacemos todo en dos días.
Compendio de las portadas de Las Ruinas, diseñadas por Toni López | Las Ruinas
Un clásico de Las Ruinas es el impacto visual de la portada. En Latidos Cósmicos se mantiene el colorismo de las últimas presentadas…
Si, tiene todo el estilo de Toni. Diría que vuelve al colorismo en dibujo, después de 100% Maximum Heavy Pop que era de estilo grafitero.
Y una última pregunta para acabar. El día 18 os veremos abriendo para Chain & The Gang. ¿Cómo van los ánimos para ese bolazo?
Muy bien, tenemos bolos bastante espaciados, así que hay muchas ganas, será un bolo muy animado.