No es nada fácil mantener y consolidar un festival como el Maldaltura, sostenido a través de la voluntad de hierro de sus impulsores, superando en las dos primeras ediciones los problemas climatológicos que pusieron a prueba su capacidad de resistencia. Pero ahí sigue el festival, otro año con un cartel trufado de interés, manteniendo la alternancia de nombres más consagrados -ahí están Ferran Palau (foto de portada), en uno de sus últimos conciertos de verano presentando La Santa Ferida o vàlius, dentro de la gira estival de presentación de su imperdible Mercè- con propuestas en plena efervescencia como los admirados por aquí Retirada! o Aloha Bennets, bandas de estreno este curso, en el caso de la segundas completando un verano de consolidación, paso por Primavera als Barris incluido. El cartel lo completan Bedroom, Súper Gegant y Cómo Vivir En El Campo, con una última banda por confirmar, a anunciar los próximos días en sustitución de Espíritusanto, formación que ya pasara por el BIS Festival y que ha tenido que renunciar a participar en el festival por motivos de salud de uno de sus integrantes.
Con todo, el festival mantiene intacta su filosofía de apoyo incondicional a bandas alejadas de los circuitos más concurridos, una apuesta realizada ya desde L’Eix del Mal, asociación discófila integrada por los organizadores del festival. «Lo que pretendemos con el Maldaltura es dar la oportunidad a bandas que consideramos que merecen una mayor atención que la que reciben, sacándolas del circuito habitual por el que nos movemos todos en las grandes ciudades«, nos indicada uno de sus responsables, Rubén Navarri. El ejercicio es doble, ya que acerca «una propuesta artística de calidad a un lugar falto de este tipo de ofertas«, manteniendo un criterio simple e inamovible a la hora de configurar el cartel. «Lo único que nos mueve a la hora de cerrar un grupo es que sean bandas que nos gusten mucho, ya sean descubrimientos recientes o bandas que haga tiempo que sigamos», nos aclara antes de destacar que lo complicado es «escoger solo a ocho».
Recupera aquí nuestras entrevistas a Ferran Palau y Aloha Bennets
Instalado en la comarca del Pallars Sobirà, el festival se celebra en Llessui, un pueblo próximo a Sort que ha dejado en el recuerdo colectivo dos intensas tormentas en sus ediciones anteriores. ¿Se repetirá este año?. «Una cosa es lo que deseamos, que es tener sol y tranquilidad, y otra a previsión. Las condiciones de altitud y estacionales hace que sea imprevisible saber que tendremos, pero estamos seguros que será divertido y salvaje«, algo ya marca de la casa vistas las sinergias entre público, organizadores y festival de los últimos años. Ese es precisamente uno de los motivos para acudir en masa al festival, empeñado en ofrecer «una propuesta artística diferente en un paraje especial«, en contraposición a eventos con una postura más forzada. Ante la adversidad, larga vida a festivales como el Maldaltura, o el Pingüí del que hablamos hoy mismo en la web.