Esta noche la sala Razzmatazz 2 acoge la presentación del nuevo disco de Mazoni, 7 Songs for and Endless Night (Bankrobber, 2016), en un concierto enmarcado dentro del ciclo Curtcircuit. El disco supone una vuelta a los orígenes de Mazoni, que vuelve a componer un disco íntegramente en inglés, después de haber trabajado en la producción Brendand Lynch (Paul Weller, Primal Scream). En él colabora Núria Graham, y con el disco nuestro protagonista se hace un guiño a sí mismo, al enlazar con lo que desde Bankrobber definen como una perla de su juventud, el celebrado 7 Songs For a Slepleess Night, presentado en 2013. Hemos hablado con él para acabar de despejar las claves de un disco que se prevé importante ya en su carrera musical, a presentar esta noche junto a Calavento en el Razz.

Texto: R. IZQUIERDO | Fotografías: MAZONI

Actualmente estás presentando 7 Songs For An Endless Night, con el que retomas el inglés. ¿Cómo fue el proceso creativo del álbum para que cambiases el idioma?
El cambio de idioma ya lo tenía previsto antes de ponerme a componer. Cuando escuché uno de los discos de mi anterior grupo, Holland Park, me acordé de mi mismo componiendo en inglés cosa que hice durante el mismo tiempo que llevaba ahora en catalán.

¿Qué te pedían estas canciones?
Las canciones me pedían rock y energía. Son siete visiones de lo que significa el rock para mí.

La producción ha corrido a cuenta de Brendan Lynch. ¿Qué feedback previo tenías con él? ¿Cómo fue el primer contacto?
Hace muchos años que soy fan de los discos que produjo de Primal Scream o Paul Weller. Me gusta el hecho de que potencia mucho la base (batería y bajo) y su sonido busque más la solidez que la perfección sonora. Esto lo diferencia de otros productores donde todo suena muy bonito pero muerto. Estaba buscando un referente a nivel estatal de esta manera de trabajar cuando alguien me dijo: “Y porque no se lo propones directamente a él?” en plan, es un gran productor pero también tiene que trabajar cada día. Y así lo hice. Cuando nos pusimos en contacto entendió que proveníamos de una discográfica pequeña y con pocos recursos y accedió a mezclarnos el disco.

Siguiendo con Brendan, saber si a la grabación llegas con las canciones cerradas o si incorporas matices a partir del trabajo con él. ¿En qué crees que hizo crecer más tus canciones?
A nivel de arreglo no hizo mucho pero lo realmente interesante es que solo con la mezcla, es decir, solo con la manipulación del sonido sin añadir o quitar partes musicales, el disco mejoró increíblemente. Su aportación es vital a lo que es el disco. A nivel de energía y potencia su trabajo es crucial. Después de su mezcla la energía era otra, parecía incluso que habíamos grabado tocando mas fuerte y mas rápido

Las mezclas las hiciste en Londres. No sé hasta qué punto volver al inglés y acabar el discurso en el Reino Unido te ha servido para tomar distancia respecto a lo que se cuece aquí. En cualquier caso, ¿qué te ha proporcionado el trabajar parte del disco en el extranjero?
Sobre todo aprender otra manera de hacer las cosas. Mientras estaba allí iba cogiendo apuntes con una libretita robando sus trucos jajaja Puede paracer un tòpico pero realmente aquí cuesta mucho encontrar alguien que trabaje así.

Has contado con tu banda habitual para la grabación. ¿Hay cambios en el directo? ¿Hasta qué punto es importante contar con una estabilidad más o menos fija en la formación que te acompaña?
En un disco de rock sobretodo lo importante es el momento en que grabas. Por ejemplo a nivel formal muchas canciones de los Rolling Stones se parecen y si unas son buenas y otras no es por la energía que había cuando se grabaron mas que cuando se componieron. Esto es lo diferente del pop al rock. Hay dos canciones, “Man in the Shadows” y “Dead Singers” que fueron grabadas en una especie de jam session nocturna en los estudios La Masia lab. Para que saliera bien era muy importante la confianza entre todos nosotros y creo que se nota en el resultado final. Con la base rítmica llevo diez años tocando.

El disco ha contado con la colaboración especial de Núria Graham en el tema ‘Never push a sailor’. ¿Qué tal fue trabajar con Núria? ¿Incorporó matices propios a la canción?
Admiro a Núria en todo lo que hace: cantar, tocar la guitarra y componer. Se lo propuse y accedió. Terminamos el tema juntos y es evidente que su voz es indispensable la canción. De hecho es una de las que más está gustando.

En cierto modo el disco le hace un guiño a tu primer trabajo y se presenta casi como un díptico de 7 Songs for a Sleepless Night. En estos doce años han cambiado muchas cosas, y seguramente entre ellas está el proceso de dar a conocer tu obra o interactuar con tu público. ¿Se ha ganado o perdido con el cambio?¿Lo ves como un contratiempo?
Bufff, me coges ahora en pleno debate interno sobre estos temas. Mi sensación es que mucha de la parte de promo que hacen los propios músicos, sobre todo la de la redes sociales (Facebook, twitter, instagram) no tiene un impacto significativo en la audiencia. Me gustaría saber que pasaría si estuviera un año sin hacer promo de este tipo. Veo bien las entrevistas y dar información sobre los conciertos pero tanto ego en las redes no creo que conduzca a nada bueno. Lo veo todo muy saturado.

El single de presentación llegó con videoclip de Lyona para Man in the shadows. ¿Cómo fue el trabajo con ella? ¿Qué puedes contarnos del clip?
Es una crack. Dejé que plasmara su idea porque confiaba plenamente en su trabajo y me ha salido bien porque estoy encantado con el resultado. Fué un rodaje bastante duro a nivel físico, acabé con agujetas de tanto bailar jajaja

Con la salida del disco estás en plena gira, lo que me hace pensar en el libro que sacó Nando Cruz sobre aquella aventura de 31 días. ¿Qué es lo que más te gusta del hecho de viajar? ¿Y lo que menos?
Lo que más el hecho de que tu trabajo no sea una rutina, que conozcas mucha gente diferente y que sea estimulante a muchos niveles. Y lo que menos el hecho de que todo el dia se resuma a solo una hora y media de contacto con la materia musical. Realmente estás mucho más tiempo siendo otra cosa que músico o mas concretamente que tocando música porque a veces tengo la sensación que ser músico es saber esperar: en el coche, en la sala, en el restaurante…

Siguiendo con lo mismo, me gustaría saber cómo se gesta el libro con Nando Cruz, y que es lo que más te ha traído de vuelta el libro.
La gira del 2010 fue un periodo muy intenso y cuando leí las entrevistas de Nando me asusté un poco porqué lo veía un poco patético. Pero Nando me convenció que era muy honesto y mostraba una realidad que normalmente no sale a la luz porque lo que se cuenta de las giras solo es la parte emocionante. Al final estoy contento de haber dado el paso.

En el libro se recoge también la aventura que viviste en el Centre d’Arts Santa Mònica. ¿Con qué te quedas de aquella aventura experimental?
Quería saber lo que era componer bajo presión e indagar en el oficio de hacer canciones. Fue productivo y aprendi cosas pero creo que mientras pueda intentaré no forzar en exceso la composición de canciones.

Escucha el nuevo disco de Mazoni en Bandcamp: