Con la tontería, esta casa lleva ya casi siete años, tiempo suficiente para que surjan y desaparezcan infinidad de proyectos. En la segunda categoría casi acabamos nosotros mismos en un par de ocasiones, pero aquí seguimos, ranqueantes y aún ilusionados con seguir disfrutando de la escena local. De las pocas variables inmutables que nos hemos encontrado todo ese tiempo está la de Sexy Bicycle, proyecto musical liderado por Nika Elia, reformulado ahora prácticamente como aventura musical propia, después de cambios de formación, inclusiones en sellos discográficos de corte variado y aventuras en paralelo como aquella notable incursión en Bartleby, autores de uno de los mejores discos no publicados que servidor haya podido escuchar.

Tras lanzar en 2016 su primer largo Bit Kong, Nika Elia volvía a la edición a finales del año pasado con EIIIPSIS, disco autoproducido y autoeditado con el que, lejos de volver a las esencias de aquel maravilloso primer EP editado por Mama Vynila en el que trabajo codo con codo con Nico Manzano, supone un paso más en su trayectoria en solitario, concibiendo el álbum como para el set de una única persona.

Charlamos con Nika sobre la evolución personal y vital que desemboca en su disco si no más personal, sí más reivindicativo: aquí sigue, pese a todo.

Entrevista: R. IZQUIERDO | Fotografía de portada: AROA ARIAS

El pasado octubre lanzaste en formato digital EIIIPSIS, tu primer trabajo desde Bit Kong. Con él, creo, vuelves a la autoedición y la autoproducción. ¿Qué más cambios han habido en tu manera de trabajar? 

Basicamente he cambiado la aplicación/programa de softwer con el que solía grabar y me he pasado a uno aparentemente más sofisticado. Bit Kong lo grabé planteando el directo acompañado de un grupo y no funcionó como me lo esperaba, así que Ellipsis está pensado para ir en un set de una única persona. Lo que más ha cambiado es el no tener a una discográfica o una persona que esté marcando los tiempos para acabar el disco y eso en mi caso es horrible porque me ha dado tiempo para replanteárme canciones que ya estaban bien… así que ha sido una lucha interna bastante horrible, pero necesária para seguir.

En el disco hay matices que ya se veían en tu trabajo anterior. No sé si lo consideras más una evolución que una continuación. Personalmente lo veo más compacto, como si hubieses acotado aquello que te apetecía contar. ¿Estás de acuerdo?

En este disco he recuperado algunos temas ya grabados que en su momento no me encajaban dentro de Bit Kong, quizás ese es el punto que más recuerda al trabajo anterior,,, pero si creo que es una evolución de lo planteado entonces.

Me da la sensación que, a nivel musical, has llegado a ese punto en el que haces lo que realmente quieres hacer, más que estar pendiente si esto llegará a un determinado sitio o público. El hecho de haberlo lanzado por tus propios medios, ¿lo convierte en tu trabajo más especial?

De momento no ha pasado suficiente tiempo para poderlo considerar bien eso de si es especial o no, ya te digo que ha sido bastante sufrido… Lo que sí creo es que es un disco importante porque me ha servido para aprender, al menos para el próximo trabajo. He podido moldear las canciones como he querido por mis propios medios,  aunque eso no quiere decir que siempre dé con la manera correcta. También es cierto que he estado más pendiente de solucionar mis cosas que no por ver adonde y a quien llegaría el disco. 

En este año y medio largo que han habido entre ambos discos has estado una temporada en Georgia, en un proceso similar al que te llevó a preparar las canciones de Bartleby. No sé si Georgia te estimula más a nivel creativo aunque quería preguntarte precisamente por eso. ¿Cuánto te llevó acabar las canciones del álbum?

Noup… No ha sido un estimulo como en otras ocasiones sí lo había sido. Me he encontrado con un panorama distinto que no me ha permitido relajarme o estar lo suficientemente cómodo para crear como otras veces. Cada tema me ha llevado un tiempo diferente, aunque en todas me ha costado más de lo que se suele necesitar para acabarlas. Supongo que se debe a que he ejercido de compositor, técnico, productor y mil cosas más, que no han hecho otra cosa que detener el proceso una y otra vez. 

Has incluído dos bonus tracks de canciones publicadas en tu disco anterior. ‘Hey man!’, una de mis preferidas, y Spichka. ¿Son tus canciones favoritas del disco anterior? 

«Hey man!» es de mis preferidas y es una muy buena canción. No lo digo porque sea mía, si no porque le hagas lo que le hagas sigue manteniéndose consistente.

En cierto modo, tu apuesta por la electrónica o la psicodelia se han visto reforzadas aquí. Es un sonido más próximo a tu último disco que al de Bartleby o a la primera etapa de Sexy Bicycle. ¿Estamos ante tu sonido definitivo?

Lo bueno de no estar en la cresta de ola es que no haya demasiada gente que se queje de los cambios en tu música o las nuevas apuestas que hagas. Eso te permite evolucionar con mucha más facilidad, y no quedarte estancado. Creo que hacer algo que sabes con seguridad que te va a salir bien es una perdida de tiempo, y además es jodidamente aburrido.

¿Cómo trasladas al directo lo que escuchamos en el álbum? ¿Que formato defiendes actualmente?

Estilo Karaoke y a veces un poco de guitarra con pedales encima de bases electrónicas.

¿Por qué no deberíamos perdernos tu próximo concierto?

La verdad es que os lo podéis perder y todo seguirá genial. Yo me perdí el concierto de Wild Beast en su momento cuando eran mi grupo favorito y ahora se han disuelto… Más allá de eso, os invito a todos a acercaros a los conciertos, sobretodo a la gente que ya me ha visto con otros formatos y en otras épocas. Creo que siempre es interesante ver como se alteran las canciones en el directo. 

Hace poco pasaste por Menú Stereo, de Movistar + Extras, donde pudimos verte con Rosella Carmesí, con quien tocaste en el Freedonia hace un tiempo. Allí pudimos ver una faceta más acústica, ¿mantendrás esa doble vía de trabajo?

Por el momento he dejado la guitarra acústica, o más bien ella me ha dejado a mi… Me la han robado y no es coña! Así que estoy alternando los directos entre la Roland SP-404 y la guitarra eléctrica. Quizás sea eso lo que os encontraréis en el directo, algo diferente a lo de Menú Stereo, con más bases electrónicas para mover las caderas.

Estos últimos meses de hecho has tocado bastante. Pasaste por Sofar Sounds, Balcony TV Openmusic… ¿ha variado el tipo de público que ha venido a verte según lanzabas referencias?

Sofar Sounds trae su propio público y parece que cada evento lo montan en diferentes espacios, y tengo que decir que es un público super respetuoso. A nivel personal a mi me gusta más tocar fuera de Barcelona: tengo la sensación de que la gente va más a escuchar música por placer, y no para ver los archienemigos artísticos que la dinámica de Barcelona crea entre los músicos. Lo que realmente me gustaría es que hubiera mas hermandad, que nos ayudáramos unos a otros y que no hubieran tantas mini-sectas que lo único que hacen es  separarnos.

Venga, acabemos con un tópico. ¿Planes de futuro inmediatos?

Pues me estoy meando hace mucho rato, así que voy a mear y luego al tráfico a luchar con la lentitud que se llevan encima

Escucha EIII de Sexy Bicycle en Bandcamp: