Pelos largos, caras asquerosamente jóvenes. Cualquiera diría que han aterrizado en Portugal desde la jodida California pero no, estos cuatro chavales vienen pisando fuerte con sus pedales, acoples de guitarra, pesado bajo y ásperas lenguas locales. Levemente amargos, vienen empapados de la dosis perfecta para hacerte vibrar.

El efecto comienza al pulsar la tecla del play y dura aproximadamente veinticinco minutos. En primer lugar, se manifiesta un descenso inmediato de los niveles de ansiedad, sucedido por una progresiva presencia de ondas delta así como una imperiosa introspección. Se hace inevitable pensar en términos existenciales y emocionarse ácidamente al comprender la vida. No se descarta tampoco la pérdida de interés por los eventos del futuro y del pasado o los sentimientos de unidad con los tempos medios.

No obstante, se informa de que parte o totalidad de estas secuelas pueden persistir ocasionalmente durante varios días tras la escucha del EP. Si desea contrarrestar estas alteraciones sepa que azúcar, zumo de naranja, leche o tapones para los oídos no serán efectivos. No existe antídoto: si se encuentra presente en este debut acústico, la experiencia religiosa al más íntegro estilo stoner es forzosamente inexcusable.

En definitiva, los Wet Cactus tratarán de dejarte sin palabras: microgramos de euforia y desmelene asegurado. Puro ácido lisérgico para tus sentidos. Estos pinchudos amigos calan hasta los huesos.

Texto y fotografía de portada de MARITXU ALONSO.

Escucha el primer EP de Wet Cactus en Bandcamp: