Aunque tanto en nuestra edición impresa como en la digital hemos charlado en varias ocasiones con Sergi y Andrea lo cierto es que aún no habíamos publicado ninguna entrevista hablando expresamente de Wind Atlas, proyecto que en cierto modo vehicula todo cuando transita por el universo Boston Pizza/Dead Moon Records, así que aprovechamos el especial sobre Lo Mejor del Año que hemos publicado hoy mismo en la red para hablar con ellos acerca de Lingua Ignota, disco editado a principios de curso por Burka For Everybody con el que Wind Atlas cierra el círculo abierto con The Not Future, disco que empezó a apuntar el sonido que la banda exhibe hoy, con su formación como quinteto ya consolidada. La entrevista que sigue a continuación contextualiza su último trabajo y nos sirve para rendir homenaje a nuestro disco favorito del año

Empecemos por el principio: ¿cuál es el significado de Lingua Ignota?
Andrea: Es un lenguaje que Hildegarda von Bingen inventó para comunicarse con lo incognoscible. El disco está lleno de homenajes a ella. Hace referencia a la idea del lenguaje íntimo para expresar aquello que no acaba de ser.

Creo que el peso de los símbolos tiene un papel importante en vuestra música, tanto en la que componéis como en la que editáis. Siendo el primero que habéis trabajado como quinteto, ¿qué buscabais transmitir con este disco? ¿Qué sinergias se crearon durante el proceso de grabación?
Sergi: La composición de Lingua Ignota empezó hace más de dos años, muy poco después de terminar The Not Found, y durante todo ese proceso creo que intentamos precisamente huir de conceptos cerrados e ideas preconcebidas. A veces es difícil porque uno necesita agarrarse a algo, pero creo que en general lo único que teníamos claro es que queríamos abrir caminos. The Not Found era un disco algo más concreto en cuanto a sonido y, aunque tenía su propia personalidad, no nos gustaba la idea de que se nos etiquetase como un grupo de folk. No por la etiqueta en sí, sino porque no incomodaba resultar encasillables. El proceso de grabar, mezclar y editar un disco es tan lento a veces que cuando el disco sale el grupo ya es otro, ya está en otra página, y en nuestro caso creo que pasó un poco eso. Lingua Ignota no tenía que ser una continuación, tenía que ser muchos principios.

Siguiendo con eso. En cierto modo Lingua Ignota escenificaba el nuevo sonido de Wind Atlas, un cambio que en directo llegó de modo gradual, matizado con la llegada de cada nuevo componente. En el primer EP había un tono ‘medieval’ que no sé si vinculáis a vuestra primera etapa como dúo, un formato que ya hace un tiempo que no presentáis. ¿Podéis hablarnos de vuestros ensayos?
Sergi: El por qué de el sonido de un grupo es algo muy difícil de explicar, hay en juego muchos factores, y nuestro caso no es distinto. Siempre decimos que el principal factor del cambio gradual del sonido del grupo viene dado por la entrada de cada miembro del grupo, que aporta lo suyo, pero también por la cantidad de ideas, lecturas, música y personas que entran en contacto con nosotrxs. Posiblemente nuestra manera de componer está sujeta también a factores que escapan a lo, digamos, artístico. Raúl, nuestro batería, vive en Valencia así que no tenemos mucho tiempo para ensayar y solemos hacer ensayos cortos que no nos permiten largas horas de improvisación. Estamos seguros de que esto influye en nuestro sonido, por ejemplo. Es tan importante lo que queremos hacer como lo que podemos hacer. Y eso no significa renunciar a nada, sino aprender a convivir con tu situación y sacar lo mejor de ella. ¿Hay una canción a capella porque queríamos que fuese así o porque ese día no estábamos toda la banda allí cuando se compuso? Seguramente hay parte de verdad en ambas afirmaciones.

Wind Atlas

Lingua Ignota es vuestro primer disco en otro sello, aunque la relación con Burka es cercana. ¿Qué sinergias hay entre los dos sellos, más allá del lanzamiento de Lingua Ignota?
Sergi: Joni, de BFE Records, es amigo desde hace tiempo y se interesó en su día en sacar nuestro siguiente disco. Es un sello que nos encanta, seguramente uno de los sellos más interesantes de los últimos años, incluso a nivel internacional, así que ni nos lo pensamos. Nosotros nos hemos seguido organizando las giras y buscando los conciertos así que no ha cambiado demasiado respecto a cuando nos hemos autoeditado.

Me da la sensación de que hay un cierto entendimiento entre sellos afines ¿Sustituye esta coordinación de proyectos auto-gestionados la carencia de una escena más amplia que reme en una misma dirección?
Sergi: La verdad es que desconozco el mundo de los sellos no auto-gestionados así que me resulta difícil contestar a eso. Nosotros, como mucha otra gente, hemos crecido en este tipo de modelo de autogestión y creemos en él. No somos gente cerrada y seguramente hay ejemplos fuera de la autogestión en los que nos podríamos sentir bien, pero la verdad es que por mucho que el grupo haya ido evolucionando y llegando a más gente, seguimos pensando que lo mejor es tener el control sobre lo que uno hace y seguir guiándonos por nuestra intuición. Hay mucha gente que hace las cosas así y al final todxs nos acabamos encontrando. Hoy en día todo está muy disgregado y fragmentado, creo que cada vez va a ser más difícil que se creen “escenas” y más aún que perduren en el tiempo, pero eso es muy poco importante para nosotrxs. No hay que preocuparse, como digo, nos acabamos encontrando siempre.

Siguiendo con los sellos, en uno de los conciertos que hicimos en el Carousel le pregunté a Andrea como separáis los lanzamientos de Conjunto Vacío y Boston Pizza y me dijo que Boston es como la familia, si algún amigo cercano tiene material por publicar lo contempláis como lanzamiento Boston. Ese sentimiento de pertenencia creo que se siente también en Wind Atlas, por más proyectos que haya en BPR, Wind Atlas actúa como eje vertebrador.  Parece que haya pasado la vida desde la salida de Ophelia pero, ¿qué balance hacéis de estos dos últimos años?
Sergi: Supongo que eso pasa porque 3/4 partes de Boston Pizza están en Wind Atlas y se nos identifica más fácilmente y, aunque nuestro último disco haya salido en otro sello, seguimos gestionando los directos del grupo desde Boston Pizza. Somos la misma gente así que las maneras de hacer del grupo y el sello son muy parecidas, claro. El primer 7” de Wind Atlas fue un momento importante para el sello, la primera edición que agotamos, así que la relación entre ambos es estrecha. De todas maneras, ambas pueden existir perfectamente sin la otra.

Tengo entendido que la portada del disco es un cuadro. ¿Cuándo y dónde lo visteis por primera vez? ¿En qué sentido conecta con la esencia del disco?
Andrea: Es un cuadro llamado “Magic Circle” de Waterhouse. No recordamos cuándo lo vimos por primera vez. Queríamos que saliera una mujer, tenía en mente la idea de una mujer censurada o prohibida, expulsada de la normatividad de la ciudad. Estuvimos barajando varias obras distintas, pero al final nos decantamos por ésta, ya que, independientemente de lo que signifique –para el pintor-, veo a una mujer expulsada haciendo un ritual en los extramuros y creando su propio lenguaje y vivencias fuera del mundo sistémico. Me parece una imagen con una fuerza increíble, la mujer como creadora de realidades.

Wind Atlas

Cuando estabais trabajando en Lingua Ignota me comentasteis que en ese momento estabais escuchando música que antes no escuchabais. ¿Hubo mucho de investigación en los preparativos del disco? ¿Cómo ponéis en común las inquietudes musicales de cada uno?
Sergi: Siempre estamos escuchando música que antes no escuchábamos. Somos en general gente muy inquieta en ese sentido y supongo que es uno de los motivos de que nuestro sonido evolucione como lo hace. Y seguirá pasando seguro. Pero no es ni mucho menos lo más importante. De todas maneras no nos tomamos eso como una investigación, no escuchamos para coger ideas, y, como decía al principio, descubrir nuevas cosas no siempre te influye de maneras evidentes. Me resulta incómodo hablar en estos términos de nuestras influencias. Todo es una influencia. Wind Atlas fluye casi con vida propia, es absurdo intentar explicarlo de una manera tan concreta y cerrada. De eso intentamos huir precisamente. Tampoco es que hagamos música tan extraña y hermética, sencillamente avanzamos con los sentidos y el corazón abiertos e intentamos hacer buenas canciones.

Esa investigación creo que empezó a plasmarse en el concierto del Primavera Sound que hicisteis en 2014. Lo onírico siempre ha jugado un rol importante en el grupo, aunque en el disco también hay temas más épicos como ‘Ecdisis’. ¿Qué ha aportado toda esa investigación musical a vuestro sonido respecto a las primeras canciones? ¿Y como proseguirá esa evolución?
Sergi: Nuestro concierto en el Primavera Sound fue un punto de inflexión porque ya teníamos bastantes canciones del Lingua Ignota compuestas que hubiesen encajado bien en un escenario grande como ese, pero aún faltaban meses para grabarlo y ni las teníamos del todo frescas ni queríamos avanzar demasiado lo que iba a venir. Pero sí, en ese concierto debutamos algunas canciones de lo que sería nuestro siguiente disco y quizás quienes nos vieron ese día lo percibieron así. La evolución a partir de ahora es absolutamente desconocida para nosotrxs porque no tenemos ningún tema nuevo aún, sólo algunas ideas sueltas que siguen apuntando en mil direcciones distintas.

Siguiendo con eso, en uno de los dos conciertos que disteis en Sidecar hubo un elemento añadido, la colaboración de Krapoola…
Sergi: Nuestro amigo Krapoola estaba en Barcelona esos días y nos pareció buena idea que subiese a improvisar encima de nuestras canciones. No habíamos ensayado para ese concierto y salió un concierto extraño, poco sólido, pero fue algo especial que recordaremos en el futuro, para bien o para mal. A veces hay que salirse del guión para que esto siga siendo divertido y con Krapoola salirse del guión es más fácil. Nosotros lo intentamos en cada concierto en la medida de lo posible, cambiando pequeñas cosas, a veces imperceptibles, pero nos ayuda a mantener la tensión y a crear la idea de que cada ritual es único.

El disco anterior era en parte un viaje circular, lo que le daba en parte un tono conceptual. Lingua Ignota es más expansivo, y no sé si tiene un hilo conductor tan cerrado.
Andrea
: Para mí es muy difícil hablar en estos términos de los discos, las letras, los sonidos, las imágenes… No partimos de a priorismos y mucho menos de conceptos cerrados. No hay un estudio de campo en el que decidimos: “será así”. Por lo que si es más expansivo o menos corresponde juzgarlo al que lo escucha. Muchas de las cosas que hacemos son un secreto y un misterio para nosotros mismos, y así lo seguirán siendo.

Wind atlas 3

En algunos de vuestros últimos conciertos habéis compartido escenario con +++ y Mental Signals. En ambos caso se reincide en el culto a la sombra. Para el que sea ajeno al género, ¿cuál es el hilo conductor en el culto a la sombra musical planteada por grupos como los mencionados?
Andrea
: No lo sé. No sé cuál es el hilo conductor, si es que lo hay. La historia musical, o de cualquier tipo, no es lineal, no es continua, no es un hilo del que puedes ir tirando y que puedes descifrar. Cada uno se hace sus preguntas en función de lo que ve y las reinterpreta desde su posición en el mundo. A veces esas reinterpretaciones coinciden con las de otros, lógicamente, y uno tiende a juntarse con personas cuya visión del mundo considera atractiva o peligrosa o atrayente. No sé cuál es el hilo conductor; sé que la visión del mundo de +++, me resulta atractiva, peligrosa y atrayente, nada más. Claro que podría decirse que hay muchos puntos de su imaginería que convergen con los nuestros, pero, sea como sea, eso no es lo importante. Cualquiera puede ponerse una túnica negra, unas gafas de sol, vestirse de bruja o recitar unos versículos en latín pero ahí no reside el misterio. Descifrar esos símbolos superficiales no quiere decir haber descifrado el secreto. Descifrar el secreto no es importante, nunca lo ha sido. No va de géneros, ni de luz contra oscuridad. No va de eso. Esto no es alquimia, no es mística posmoderna; tiene que ver con vivir de una determinada manera, con las grietas del mundo, con la nada que lo recorre todo, con lo efímero, con la luz, con lo absurdo y con la manera en la que el ser humano se relaciona con el mundo. Es así de importante y, al mismo tiempo, así de intrascendente.

En su momento presentasteis el disco con Belgrado y en la mayoría de conciertos que organizáis tratáis de mantener la tónica de los 5€ por entrada. ¿Nos podéis hacer una reflexión sobre vuestra filosofía a la hora de programar conciertos?
Sergi
: Sencillamente queremos que nadie que realmente quiera ir al concierto se quede sin ir porque no tiene dinero. Y si alguien realmente no tiene ni esos 5€ y de verdad quiere venir a un concierto nuestro, puede escribirnos y buscaremos una solución, no sería la primera vez que lo hacemos.